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Lo que más preocupa

1. «Atinarle».- En realidad la interpretación del Tarot no se trata de atinarle a la lectura, sino de brindar un consejo al consultante. Cuando interpretes el tarot, que tu intención sea  la de ofrecer un mensaje y, una vez que fluyas con las interpretaciones y dejes de preocuparte en atinarle, verás cómo tu intuición se encargará del resto.

2. Dar «falsas esperanzas».- El tarot se interpreta a través de un lenguaje de posibilidades y no de absolutos; esto debido a que no es una ciencia exacta sino un juego de probabilidades. Es decir, un conjunto de 78 cartas con significados al derecho y al revés que dependiendo de la posición en la que caigan y las cartas que las rodeen forman un mensaje. Al interpretar el tarot las cartas nos sugieren, pues el futuro no existe y estas simplemente nos brindan un vistazo a lo que podría venir. 

3.  La «satisfacción» del consultante.-  Este punto dependerá de la expectativa del consultante y el mensaje que le entregues. Por ejemplo, si la consulta es sobre el amor y el mensaje no es favorable, entonces la lectura no cumplirá con sus expectativas. En la mayoría de los casos, el consultante ya intuye muchas cosas, pero quiere que el tarot se las confirme o que le dé una esperanza.

4. «Condicionar elecciones».- Como con cualquier consejo, las personas finalmente terminarán por hacer lo que ellas crean y sientan que es conveniente. Al dar un mensaje o consejo nuestra única responsabilidad es la de entregarlo como una sugerencia, debido a que el resto dependerá exclusivamente de si lo que decimos refleja o no lo que el consultante decida hacer con la información. 

5.  «Ser ambigua».- Muchas veces las cartas no nos dan un sí o un no, pero si nos reflejan una situación. Si al momento de interpretar las cartas no estás segura de cómo explicarlas, te invito a preguntarles a ellas misma sacando un par de cartas más. Si finalmente la respuesta no es clara, lo mejor es decir que el tema no está concluido que inventar lo que no podemos interpretar. 

Finalmente, nunca dudes en tener un libro a la mano en caso de necesitarlo. 

María Luisa Salazar